Si tu mente quiere, tu cuerpo le sigue.

domingo, 1 de marzo de 2009

MARATON MAN

Finalmente lo logré. Con un tiempo de 4:17:34 y con mucho sufrimiento, al final pero llegué. Pero mejor paso a relataros tal como se sucedieron los acontecimientos.

Llegué a las 07:30 h a la salida porque quería vivir la maratón desde primera hora (la salida era a las 08:30 h). A medida que se acercaba la hora cada vez habia más gente y además muchos participantes eran extranjeros (italianos, franceses, finlandeses, holandeses...) lo cual le daba un colorido especial a la salida.
Me coloqúe en la línea de salida (zona para más de 4 horas) y rápidamente busqué a las liebres de 4h. La salida fué espectacular, con un gran ambiente.
Me puse detrás de las liebres y me lo tomé con calma pues el ritmo era relativamente lento (5:40 min/km). A la altura de la diagonal (zona L'illa) empezaron a caer algunas gotas de agua. Seguimos pasando kilómetros y las sensaciones eran buenas pero me era difícil contenerme, pues el ritmo era un poco lento y a partir del kilómetro 18 no pude más, como dice mi amigo Paco, me calenté (microwave) y empecé a acelerar para llevar un ritmo de 5:20.
Fuí pasando kilómetros y al llegar a la media maratón llevaba 1:58:45 y me encontraba muy bien y más cuando pude ver a Abel (otro amigo) esperandome en el Puente de Calatrava.
Juntos fuimos pasando kilómetros y la verdad que me ayudó mucho quizás más de lo que se imagina. Cuando pasamos por el kilómetro 30 aproximadamente tuve que empezar a bajar un poco el ritmo, porqué el cansancio en las piernas ya se empezaba a notar.
A la altura del kilómetro 32 tuve el primer contratiempo en forma de rampas en los isquiotibiales, primero de la pierna derecha y luego de la derecha. Tuve que parar y caminar unos metros para luego volver a correr, pero a trote hiper cochinero. En estos momentos los ánimos de Abel fueron de gran ayuda.
De todas formas habia runners que estaban peor que yo, por ejemplo, gente vomitando o incluso uno que se desplomó delante nuestro parece ser por un tropiezo, pero que presa del cansancio no pudo hacer nada por evitar el trompazo.
Tuve que para unas tres o cuatro veces pero la fuerza mental en esos momentos me hizo seguir adelante con más ganas si cabe.
Alrededor del kilómetro 34 vimos a lo lejos varias ambulancias y al llegar nos quedamos muy impresionados por lo que estabamos viendo; le estaban haciendo un masaje cardiaco a un runner que luego nos enteramos que falleció. Cuando ves cosas como esta, te das cuenta que la maratón no es una carrera cualquiera sinó que tienes que prepararte a conciencia para terminar o en su defecto ir a un ritmo adecuado y no forzar más de la cuenta.
Después de esto, Abel seguía dandome ánimos, aunque tuve que parar alguna vez más. Finalmente, Abel me dejó en el kilómetro 37 aproximadamente para enfrentarme con el tramo final en solitario.
La verdad que el dolor a partir de ese momento se hizo más llevadero por la proximidad de la llegada.
La entrada en la recta de meta fué una mezcla de senaciones, un gran cansancio muscular pero una alegría difícil de explicar con palabras.
Finalmente quiero agradecer a todos los runners (Paco, Dani, Luis) su apoyo, y en particular a Abel pués sus ánimos me ayudaron mucho. Creo que gracias al running estamos creando un grupo más que de compañeros de trabajo, de AMIGOS.
Gracias a todos.
Y ahora a pensar cual será el próximo reto.
Xavi.